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¿Cuáles son los requisitos para vender cosmética artesanal?

Si elaboras tus propios jabones, cremas o bálsamos naturales y te estás planteando comercializarlos, es normal que te preguntes cuáles son los requisitos para vender cosmética artesanal en España. Aunque se trate de productos caseros y con ingredientes naturales, la legislación europea y española establece una serie de normas estrictas para garantizar la seguridad del consumidor.

Vender cosmética sin cumplir con la normativa puede acarrear sanciones económicas y la retirada de tus productos del mercado. Por eso, conocer las obligaciones legales, los registros necesarios y las buenas prácticas de fabricación no solo es recomendable, sino imprescindible para emprender con seguridad y confianza en este sector.

En este artículo te explicamos paso a paso todo lo que necesitas saber para empezar a vender cosmética artesanal de forma legal y sin sorpresas.


¿Es legal vender cosmética artesanal en España?

Sí, vender cosmética artesanal en España es legal, pero no es tan sencillo como elaborar productos caseros y ponerlos a la venta. Aunque utilices ingredientes naturales y fórmulas propias, tus productos están regulados por la legislación cosmética europea, que exige cumplir ciertos requisitos antes de poder comercializarlos.

Normativa aplicable

La venta de cosmética —artesanal o no— está regulada por el Reglamento (CE) Nº 1223/2009 del Parlamento Europeo y del Consejo, que establece los criterios de seguridad, etiquetado, notificación y control sanitario para todos los productos cosméticos vendidos en la Unión Europea. En España, la autoridad competente es la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS).

¿Qué considera la ley un “producto cosmético”?

Según esta normativa, un producto cosmético es cualquier sustancia o mezcla destinada a aplicarse sobre la piel, el cabello, las uñas o los dientes con fines de limpieza, protección o mejora del aspecto físico. Por tanto, aunque se trate de jabones artesanales, cremas caseras o bálsamos labiales naturales, se consideran cosméticos y están sujetos a las mismas exigencias que cualquier marca comercial.

No hay excepciones por ser “natural” o “artesanal”

Uno de los errores más comunes es pensar que los productos hechos en casa, con ingredientes naturales, están exentos de controles. La realidad es que no importa si produces a pequeña escala o si no usas químicos, la normativa es la misma. La diferencia está en cómo aplicarla de forma adaptada, cumpliendo todos los pasos para asegurar que el producto es seguro y legal.


Requisitos legales para vender cosmética natural o artesanal

Antes de poder lanzar tus productos al mercado, debes cumplir con una serie de requisitos legales para vender cosmética natural o artesanal. Estos pasos no solo son obligatorios por ley, sino que también son una garantía para el consumidor y una protección para ti como elaborador.

1. Elaborar un Informe de Seguridad Cosmética

Todo producto debe contar con un estudio de seguridad realizado por un profesional cualificado (químico, farmacéutico, toxicólogo…). Este informe evalúa si la fórmula es segura para el uso previsto y es parte esencial del expediente técnico del producto.

2. Crear el PIF (Product Information File)

El PIF (Expediente de Información del Producto) es un documento obligatorio que debe estar disponible para las autoridades sanitarias. Contiene:

  • La fórmula detallada.
  • Datos sobre el fabricante.
  • Descripción del producto.
  • Informe de seguridad.
  • Métodos de producción y control.

Debes conservarlo durante al menos 10 años desde la fecha de la última fabricación.

3. Notificación en el Portal CPNP

Antes de comercializar, es obligatorio registrar el producto en el Portal Europeo CPNP (Cosmetic Product Notification Portal). Este trámite es gratuito, pero imprescindible. Es la forma oficial de informar a las autoridades sanitarias de que tu producto existe y cumple con la normativa.

4. Pruebas de estabilidad y compatibilidad

Para asegurar que el producto se mantiene en buen estado durante su vida útil, se realizan pruebas de estabilidad. También se evalúa la compatibilidad con el envase, para evitar reacciones químicas o contaminaciones.

5. Registro sanitario (solo en ciertos casos)

En general, los productos cosméticos no necesitan un número de registro sanitario como los productos alimentarios o medicamentos. Sin embargo, si vas a fabricar en instalaciones propias, es recomendable comunicarlo a la autoridad sanitaria de tu comunidad autónoma.


Buenas prácticas de fabricación en cosmética artesanal

Cumplir con la normativa no solo implica registrar y documentar los productos, también exige que su elaboración se realice bajo condiciones higiénicas y controladas. Por eso, las buenas prácticas de fabricación cosmética (BPF) son esenciales, incluso en pequeños talleres artesanales.

¿Qué son las buenas prácticas de fabricación?

Son un conjunto de normas y procedimientos que garantizan que el producto se elabora de forma segura, higiénica y consistente. Aunque no es obligatorio contar con una certificación oficial, seguir estas prácticas es indispensable para cumplir con la normativa europea y evitar riesgos sanitarios.

Condiciones del lugar de elaboración

  • Espacio limpio, separado de zonas de uso doméstico (cocina, baño).
  • Superficies fáciles de desinfectar.
  • Control de temperatura, humedad y ventilación.
  • Acceso restringido a personas no autorizadas.

Control de ingredientes y proveedores

  • Usar ingredientes cosméticos autorizados por la normativa europea.
  • Conservar fichas técnicas, MSDS (fichas de seguridad) y albaranes de cada materia prima.
  • Verificar caducidades, lotes y trazabilidad.

Documentación de procesos

  • Mantener registros de cada lote producido.
  • Anotar incidencias, resultados de controles y fechas de fabricación.
  • Documentar procesos de limpieza y mantenimiento del espacio y utensilios.

Etiquetado y almacenaje

  • Evitar contaminación cruzada.
  • Usar envases adecuados y estériles.
  • Almacenar productos terminados en condiciones óptimas (sin luz directa, humedad ni calor excesivo).

Implementar estas prácticas no solo te protege legalmente, sino que también aporta confianza al consumidor y mejora la calidad de tu cosmética artesanal.

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